Acabó de despertar.
Desde mi ventana veo a dos niños arrojando una pelota.
Me concentro en ella.
Es de colores, pero la veo en blanco y negro.
Uno de los niños trata de alcanzar el cielo con la pelota.
La tira lo más alto que puede ¿será que siempre tratamos de
alcanzar el cielo arrojando lo que más queremos?
La pelota, no regresa, está en el cielo... Como Yo.
Nada se mueve alrededor.
En la parálisis se reinventó el Universo.
Un segundo Big Bang.
La sangre se derrama y me mancha, pero es por amor.
Con sueños que transcurren siempre bajo la luna llena
César Ricaurte
No hay comentarios:
Publicar un comentario