sábado, abril 15, 2006

LAS PALABRAS Y EL TIEMPO

Alaíde Foppa
Las palabras y el tiempo


I
Una infancia
nutrida de silencio,
una juventud
sembrada de adioses,
una vida
que engendra ausencias.
Sólo de las palabras
espero
La última presencia.

II
Casi todo lo espero
de las palabras
sin saber siquiera
lo que prometen
lo que niegan
lo que está más allá
del eco que despiertan.
No sé
si nacen en mis labios
o alguien
me las va dictando
en un mudo lenguaje
del que ignoro la clave.

III
Acaso me escondo
en las palabras
y abrigo en ellas
mi desnudez,
o acaso
me van quitando
hasta el último velo
que me disimula.

IV
Temo las palabras
porque lastiman con su roce
lo que es apenas nacimiento,
temo que destruyan
sentimientos intactos.
dura corteza
para la poesía
pesada máscara
sobre su rostro claro.
ay, quién pudiera
volver música
y rasgar el aire
sin esfuerzo...

V
¿Por qué escribo?
¿Por qué estoy sola
y me asustaría
mi voz?
¿Por qué despierto
de un sueño confuso
que no recuerdo?
¿O sólo porque encuentro
una página blanca
y tengo un nudo
en la garganta?

VI
Toda la vida
buscando palabras
propias
sinceras
nuevas
olvidadas
limpias,
para decir
sin decirlo
un secreto que lastima,
para dejar
que sangre la herida,
para consuelo
de no hacer
lo que no se puede hacer.

VII
Suelen hablarle a alguien
los poetas.
Se dirigen al pueblo
con una espada reluciente
o con una espiga
en la mano,
cantan dulces canciones
al ser amado,
revelan a nuestro asombro
deslumbrantes paisajes
y dejan flores
en su camino.
Y yo,
en mi oscuro nido
llevo la poesía
como un mal oculto
como un secreto
como un fruto prohibido.

VIII
Poesía nocturna
casi sin palabras.
¿De dónde llega?
¿Por qué se detiene
aquí
esta noche
su indescifrable lenguaje?

IX
Palabras latentes
buscan su camino.
No saben
adónde van
ni para quién son.
Mas si logran
atravesar mi noche
las veré brillar
de repente.

X
Escribo en la sombra
mudas palabras
que nadie sabe,
signos confusos
que nadie lee,
resabios de sueños
sin aurora,
palabras dormidas
en un largo silencio.

XI
Me visita a veces
todavía
en las palabras
de un poeta amigo
o en alguna
palabra mía
florecida
inesperadamente.
Misteriosa flor
desarraigada,
efímera presencia
a todos oculta:
poesía.

XII
Una poesía
nació esta mañana
en el aire claro.
Estaba distraída,
se me fue de la mano.

XIII
Quisiera decirlo todo
con unas pocas palabras
cotidianas
y que al decir
manzana
vibraran en el aire
frescos colores
sabores acidulados
equilibrios formales
memorias
símbolos.
Pero
¿hace falta la palabra
si existe la manzana?




Alaíde Foppa fue una feminista guatemalteca, profesora de la UNAM, critica de arte y poeta.
Militó activamente en el movimiento de derechos humanos de Guatemala.
En diciembre de 1980 fue detenida por un comando militar en la ciudad de Guatemala. Nunca apareció. Sin embargo se supo que murió en una sesión de tortura.
La poesía fue el hilo conductor de su vida.