jueves, marzo 29, 2007

EL INDIO NO ES EL QUE MIRA USTED

El indio no es el que mira usted
en el catálogo de turismo,
cargado de bultos
o llevándose comida a la mesa.
Tampoco el que ve desde la ventanilla
y pide monedas haciendo malabares,
ni el que habla una lengua muy otra
y resiste frios nocturnos.
No, el indio está edentro,
y a veces se le sale, acéptelo,
aunque lo entierre en apellidos,
aunque lo socave bien
y niege su manchita de infancia
ahí está, acéptelo.
Y si parece esa agua rancia,
voraz, el aguardiente que lo inflama,
ya vera que se sale,
el indio empuja con su fuerza de siglos,
emerge arduroso y se le sale,
con lo guardado,
con lo que dura doliendo.
No, no es otro,
el indio soy yo,
a ver repita conmigo.

Alan Mills
Nace en Guatemala, 1979.
Es poeta, ensayista y traductor

lunes, marzo 26, 2007

Tu sufrimiento me hace Opaca

Antonio déjame ser la serpiente
que vele por tu alegría.
Ahora que estabamos todos
medio felices,
tienen que operarte...
No seras tu quien se deje
sorprender por la muerte
como elemento pasivo.
Por eso te sonrío
y te cuento al oído:
que habrá tiempo para todo
que alimentes bien tu lobo,
ahuyenta la ferocidad del trance,
que yo me ocupo de la muerte.
Aunque nos queda el consuelo
de ver que has perdido
las vanas realidades
que te desprendes del miedo como loco,
mientras nos das las gracias
por no estar solo...
incluso te asustas
de lo que Maribel Te Quiere.
Pero cretino,
si eres casi bueno
no dejes que la muerte sea tu moneda,
no elijas la vacía respuesta
desde el dolor, la oscuridad, el miedo,
y el temblor sordo de la vida
todos sabemos que tu destino son las estrellas,
pero no hagas inminente tu marcha.
Precisamos más que nunca de tu voz quebrada,
de tu risa floja
de tu miedo al fracaso ante esta batalla,
porque tu cortas y siembras el aire.
En los pocos ratos que hablo contigo
compruebo que pusiste bozal al vacío,
bravo muchacho;
ahora solo nos falta
transformar tus bigotes en alas
y recordarte que:
no hay vuelo más ambicioso
que el de tu escalera entre la vida y la no-vida.
Tu y yo sabemos
lo bello que es estar en la tierra,
a pesar de la renuncia a la carne
y aceptando orgasmos de violetas.
Hoy mientras te operan
no tengo sueños locos
solo entono un Padre Nuestro.
hoy por ti reinvento mi fe,
pues no quiero que partas mi armadura
y aunque a Dios no vea
le he de pedir por ti.
Tu sufrimiento me hace opaca
en tu dolor habita mi esperanza.
Hoy hace un día que no creo
y quisiera creer que creo,
pero mis letras mienten
son tan solo anhelos,
por un amigo muy querido A.J.
Es ahora sin saberlo
cuando la fe habla en mi corazón
repitiendo mis palabras:
El Amor nos hace ser el todo
y no una parte.


María Alventosa Talens
26 de enero de 2007