domingo, julio 10, 2005

Confrontaciones

Prepotencia,
alejamiento
reencuentro...
Volver a mirarte
ha sido,
clavar navajas
en mí.
Eres...
una plaga andante...
Amenazas con tu presencia
pero no te implicas.
Te echo de menos
cuando éstas conmigo.
Te enamorarás de mí,
escribiré
y dejare de escalar,
la autocensura...
es muy fuerte
regresará,
el miedo...
Retornas con las promesas de la nada.
Me haces bailar,
Salvajemente...
tus emociones
son como la nada.
Eres como esos hombres
que olvidan su papel,
y no conocen
la dirección del dolor.
Te escribo,
para decirte:
Que eres un pájaro,
de fuego
te pongo alma,
de hombre fuerte.
Desde el suelo,
desde el aire: me asusto,
me oculto,
entre idas y venidas.
Vació personalmente mi corazón,
que me olviden...
retrocedo,
decido hablar
con alguien,
pero aquí nadie quiere
la palabra compromiso.
Mi madriguera esta vacía
yo misma lo hice.
Acabé, con el espejismo,
en mi feudo
no existe la vergüenza.
Qué maravilla.
María Alventosa

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