A que le tienes miedo
a mi mirada lasciva.
Si solamente quiero
obsequiarte un sueño
o quizá un deseo.
Me gustaría que estuvieras aquí, conmigo,
para recibir las letras
desde mi voz,
que disfrutaras sin prejuicios
de la danza de la vida...
y regalarle un lindo cuento
a tus proyectos.
Ahora ya puedes partir,
vete, vive y viaja,
más no tomes el camino donde sólo habitan recuerdos.
Con juego y risas, Pirata,
del puerto te alejo,
tu rumbo a otros mares
en altos vuelos...
Ya no es posible deshacer la maniobra,
pero sí puedo ofrecerte,
aunque parezca un desatino,
magia azul.
Invoquemos los viajes oníricos,
Unicornios y dragones
saldrán a tu encuentro,
te darán pócimas,
te harán rituales.
Y yo...
haré muecas como frágil diablesa,
seré alquimista de emociones
y haré un homenaje a la melancolía...
Con la mirada fija en tu espalda
escribiré
en ella
un poema prohibido
y un conjuro de nuevas sensaciones,
sin engaños
y de espaldas al prejuicio.
Ésta es mi manera de exclamar mi regalo,
que es digno de nuestra peligrosa amistad.
Cuando te siento cerca,
sin embargo, deseo alejarte
del pensamiento amalgamado con el mío.
Tú nunca me mentiste...
¿Sabes? Te amé.Y me resistía a ello.
El pacto silencioso era...
poseerse,
gozar
y olvidar...
Por último,
en este día tan especial
te sugiero que, en lugar de conversar,
nos escuchemos.
Maria Alventosa Talens
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